La expresión "desaseo prosaico" me llamó la atención por su relevancia en la forma en que nos comunicamos hoy en día. Se refiere a la falta de cuidado y precisión en la escritura o en la expresión verbal, algo que creo que todos hemos notado en nuestro entorno, especialmente en las redes sociales. Según Denegri, el desaseo prosaico afecta nuestra capacidad de transmitir ideas claras, lo que me parece fundamental en la comunicación cotidiana.
El origen de la palabra "desaseo" proviene del término "aseo", que implica limpieza y orden, mientras que el prefijo "des-" indica la negación de estas cualidades. Denegri argumenta que el desaseo prosaico se ha normalizado en la era digital, donde se priorizan la inmediatez y la informalidad sobre la precisión. Esto ha llevado a que muchas personas escriban rápidamente, descuidando la gramática, la ortografía y la claridad en sus mensajes. Este fenómeno no solo afecta la comunicación cotidiana, sino que también se manifiesta en la literatura. Denegri menciona a Julio Ramón Ribeyro, quien, a pesar de su talento, presenta errores ortográficos y gramaticales en su obra. En particular, los galicismos que utiliza perjudican la calidad de su prosa, como se observa en "La casa sutil", afectando así la recepción de sus ideas.
El impacto del desaseo prosaico en la sociedad es significativo; puede llevar a malentendidos y a la trivialización del lenguaje. Como Denegri señala, "el desaseo prosaico no solo afecta la forma, sino que también deteriora el fondo de nuestras ideas" (Denegri, 2011, p. 89). Esto significa que, si descuidamos la claridad, la gramática y la estructura en nuestra escritura o habla, no solo hacemos que el mensaje sea confuso o poco atractivo, sino que también podemos afectar la forma en que se entienden y perciben nuestras ideas. En otras palabras, el desaseo prosaico puede llevar a una comunicación ineficaz, donde las ideas importantes se pierden o malinterpretan debido a la falta de atención a los aspectos formales del lenguaje. Denegri resalta la importancia de cuidar ambos aspectos para garantizar que nuestras ideas sean transmitidas de manera efectiva y con el impacto que merecen.
Como señala Denegri, “la prosa debe ser un vehículo claro y preciso para las ideas”; por lo tanto, cultivar una escritura cuidadosa no solo enriquece nuestras propias habilidades comunicativas, sino que también contribuye a un intercambio de ideas más profundo y significativo en la sociedad.
Referencias
Denegri, M. A. (2011). Lexicografía. Editorial San Marcos.
Fecha de publicación:
19 de octubre del 2024
Autor
Roció Mendoza Llanqui