Los adjetivos superlativos absolutos en español intensifican cualidades al máximo, destacando tanto por su función expresiva como por su capacidad para innovar el lenguaje literario. Ejemplos como “verdaderísima”, empleado por Benito Jerónimo Feijoo y Juan Eugenio Hartzenbusch, enfatizan la certeza absoluta o el dramatismo emocional en los textos (Denegri, 2011, p. 2019). Otro adjetivo inusual es “diferentísimo”, usado por Hartzenbusch para marcar una diferencia extrema, creando un contraste radical con otras escenas (Denegri, 2011, p. 2019).
José Ortega y Gasset también emplea superlativos como “diversísimo” para resaltar la complejidad y diversidad en temas religiosos e históricos, subrayando diferencias significativas entre contextos. En el ámbito religioso, Pedro Laín Entralgo utiliza “cristianísimo” para describir a Miguel Ángel con un énfasis en su profunda espiritualidad (Denegri, 2011, p. 220).
En la poesía, Martín Adán rompe con las normas gramaticales al usar “rompidísimo”, un acto de rebelión lingüística que juega con lo antiguo y lo moderno. Los superlativos como “flaubertianísimo” y “juvenilísimo” muestran cómo este recurso se adapta a contextos contemporáneos, describiendo características estilísticas o físicas con gran énfasis.
En conclusión, los superlativos absolutos inusuales no solo intensifican cualidades, sino que también permiten a los autores jugar con el lenguaje, expandiendo sus posibilidades expresivas y enriqueciendo la literatura española.
Referencia
Denegri, M. A. (2011). Lexicografía. Editorial San Marcos.
Fecha de publicación:
19 de octubre del 2024
Autor
Miriam Zenaida Ramos Lupaca