El surrealismo, que surgió en la década de 1920, se define como un movimiento que busca liberar la imaginación humana de las restricciones de la lógica y la razón. Inspirado por las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud, los surrealistas pretendían explorar el subconsciente, la irracionalidad y los sueños como fuentes de creatividad. Pintores como Salvador Dalí y Rene Magritte, junto con escritores como André Breton.
Según Denegri, en su análisis, resalta la dimensión filosófica del surrealismo. Para el, este movimiento no solo es un estilo artístico, sino también una forma de cuestionar la realidad los valores establecidos. Denegri enfatiza que el surrealismo tiene un componente de rebeldía, un deseo de romper con las convenciones sociales y estéticas de la época. Esta visión se traduce en obras que a menudo desafían la lógica y confrontan al espectador con la complejidad de la existencia humana.
Uno de los puntos clave en el pensamiento de Denegri es la exploración del subconsciente. Al igual que Freud, Denegri considera que el surrealismo ofrece una ventana a los deseos reprimidos y a las experiencias olvidadas. Sin embargo, el va mas allá, sugiriendo que esta exploración no es solo un viaje personal, sino una critica a la sociedad en su conjunto. El arte surrealista, entonces, se convierte en un espejo que refleja las tensiones y contradicciones del mundo contemporáneo.
Referencia
Denegri, M.A. (2011). Lexicografía, San Marcos.
Fecha de publicación:
19 de octubre del 2024
Autor
Cristian Hernán Quispe Callo